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02/10/14

El "berretín" de las cosas idas... don Pedro Turri

 

A través de los "berretines" compartidos, hemos tenido el privilegio de entrar simbólicamente en el "Tunel del Tiempo", hoy es el turno de recordar a un gran músico nacido en nuestra ciudad

 

 

A través de los "berretines" compartidos, hemos tenido el privilegio de entrar simbólicamente en el "Tunel del Tiempo", y esto nos permitió a su vez rescatar del olvido, muchos nombres, historias y personajes queridos que hicieron y enriquecieron a la historia de nuestro Pueblo. Por eso es notable también, como a través de un relato, o de una página compartida por los sentimientos mutuos; cuando el decir fluye, con la misma naturalidad con que lo haría una conversación frente a frente, se puede llegar a iluminar con los recuerdos, la "médula emocional" de las personas. Hacia allí vamos, de la mano de Norma Bonacchi y su nostálgico relato...




Don Pedro Turri, argentino, nació en Arroyo Seco en 1890; en la casa situada en la esquina de San Martín y Victoria (hoy Irigoyen) que actualmente ocupa el Banco de Santa Fé, propiedad en aquel tiempo del abuelo del mismo.

A los dieciséis años, soñaba con ir a Italia, con el propósito de estudiar armonía. Le agradaba muchísimo la música.

Musicalmente hablando, armonía es el arte de formar y enlazar los acordes; o sea unir diferentes sonidos agradables combinados armoniosamente. ¡Que extraordinario!, para componer partituras musicales, quiso llegar a las fuentes de los más grandes músicos y compositores de aquel tiempo; porque comprendió que la música no solo "debe ser agradable", sino también puede encerrar lo más desgarrado de la soledad de un compositor, lo más sublime de su dolor, o los momentos felices de su existencia.

Además sentía admiración por la pintura y el dibujo. Para alcanzar todo ello, decidió ir a Italia, eligiendo la ciudad de Pesaro, lugar donde encontraría plasmar sus inquietudes artísticas. 

Pesaro: está situada al Norte de Las Marcas (Le Marche); bañada por el Mar Adriático, hermosa región, con sus fiestas marineras, con su temporada de conciertos musicales líricos, danzas clásicas, folklóricas y teatro dramático.

Fue cuna del gran pintor Rafael Sanzio, y del gran compositor musical Gioachino Rossini, un lugar predilecto para el que ama el arte en todas sus formas.

No obstante su corta edad, logró su cometido, al llegar a esta ciudad que fue abatida por la fiebre amarilla, a pesar de ello logró ingresar en una fábrica prestigiosa de Cerámica Artística; Molaroni de Pesaro. Alli conoció a la mujer que sería su esposa, cariñosamente Doña Irma.

Al mismo tiempo, emprendió el perfeccionamiento musical en todas sus formas, como él soñaba.

Su hijo Claudio, nos cuenta que Don Pedro, alquilaba una casa donde él nacería para los días de Marzo de 1925; la persona a cargo de la propiedad le solicitó que dejaran la misma. ¿El motivo ?; porque a dicho inmueble en el futuro, debería recordárselo, como "la cuna donde nació Rossini". Curiosidades del destino.

Hoy esa propiedad es el Museo que recuerda al gran compositor, autor entre otras obras famosas de "El barbero de Sevilla", "Guillermo Tell" y "La Cenicienta".

Pasado unos años, con su familia prepara el regreso a su patria, con un bagaje de experiencias y un cúmulo de conocimientos
sobre dibujo, pintura, artesanía artística, escultura y muy especialmente la música en el más alto nivel.

El deseo de regresar, traía también implícito el deseo invalorable de aplicar en su pueblo natal, todos los conocimientos adquiridos, pero en lo referente a sus planes en cuanto a artesanía artística, no encontraron el ambiente propicio; por lo que se dedicó totalmente a la enseñanza de la música.

Se radica en la casa ubicada en Humberto 1º y Belgrano (que aún se conserva).

Muchos niños y jóvenes recibieron sus enseñanzas. Los instrumentos de los más variados; piano, violín, bandoneón, acordeón, guitarra , etc.

Siendo tanto los jóvenes que asistieron a sus clases; algunos quedaron en el camino; otros alcanzaron su cometido y formaron parte de orquestas y sinfónicas renombradas de Buenos Aires y del extranjero. Como ejemplo de ello, podemos mencionar a Romano Di Paolo y Arnaldo Conti.

Los jóvenes Italo Galli (Violín), Evaristo Di Paolo (Batería), Remo Galli (acordeón), R.Fagnani (acordeón) y A.Verdecchia (Violín); formaron un quinteto juvenil, que en Athletic Club amenizaban los "Vermouths Danzantes" en las tardes de verano.

La niña Edith Igarza fue una constante y aplicada alumna de guitarra.

Entre los lectores de esta nota, habrá alumnos que recibieron las enseñanzas del Profesor Pedro Turri, pianista por excelencia. 

Cuenta su hijo que solía visitarlo el Profesor Dionisio V. Harrington (violinista) y ambos pasaban horas, interpretando obras de grandes músicos. Ciertamente, eran verdaderos y magistrales conciertos, que los pocos vecinos de aquellos años, distrutábamos en silencio durante horas, como si fueran funciones privadas y exclusivas, que nos colmaban el espíritu; detalle que por supuesto los ejecutantes ignoraban. Porque eran grandes de la música, pero humildes como tales.....




DE LA ENSEÑANZA DE DON PEDRO TURRI SURGIERON NOTABLES MÚSICOS, QUE DEMOSTRARON SU TALENTO EN ESCENARIOS NACIONALES E INTERNACIONALES.


Arnaldo Conti: Actuó en la Orquesta típica de Héctor Lincoln Garrot; ejecutando Violín y Viola. También estuvo dos años en Méjico actuando en la Orquesta Sinfónica de aquel país.

Durante muchos años y hasta jubilarse integró la Orquesta Sinfónica Provincial. Hace muchos años se encuentra radicado en Rosario.


Esteban Romano Di Paolo: Continuó sus estudios en Junín en el Conservatorio Albistur; donde a los 13 años se recibió de maestro de violín. Se perfeccionó en Buenos Aires, en ese mismo Conservatorio, integrando de muy joven, orquestas como el Cuarteto Cobián y la de Anselmo Aieta. Actuó en orquestas rosarinas, de gran jerarquía, entre ellas; la de Nito Farace. En Arroyo Seco, tuvo a su cargo un conjunto local, cuyo vocalista fue Beco Di María. En La Habana (Cuba), formó parte de la Sinfónica de esa Ciudad. 

Viajero incansable, emprendió giras por muchos países de América durante 4 años. Realizó 5 viajes a Japón, país donde estuvo al lado de importantes conjuntos. Radicado en Buenos Aires, su intensa actividad, lo llevó a integrar; entre otras orquestas, las de; Enrique Mario Franchini y Anibal Troilo. También actuó en la Orquesta Sinfónica Estable del Teatro Colón. Viajó a Estados Unidos, donde integró la Sinfónica de Washington; continuando en Miami, lugar donde reside actualmente.


Hasta aquí ha llegado, esta simple pero profunda y rica historia de vida, para muchos de nosotros desconocida e inédita, de un hijo dilecto de Arroyo Seco, que nos deja un mensaje de esperanza. Porque pudimos comprobar a través de esta semblanza, que cuando a los sueños y los anhelos, se les une la fuerza de la pasión y el esfuerzo puestos en lograr un noble objetivo; el objetivo inexorablemente siempre se cumple. Aunque tal vez; eran otros los tiempos; en que las cosas tenían el valor del esfuerzo, los años y el trabajo que costaba lograrlos, y no "el precio del mercado", o el del placer instantáneo.

Aún en estos tiempos que corren, nunca será tarde para reflexionar, y liberarnos así de tantas ataduras y esclavitudes terrenales, que muchas veces resultan más que atractivas, pero que lamentablemente nos "Encadenan el Alma".


Agradecimientos: 

Claudio y Silvia Turri, Evaristo Di Paolo, Raúl Nofri.


* Este material fue publicado originalmente en TEMAS & NEGOCIOS .


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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